Los kilómetros que recorre un coche se quedan registrados en varias unidades de control, no sólo en la del panel de instrumentos. Con un equipo de diagnosis adecuado se puede tener acceso a las diferentes centralitas del vehículo y interpretar los datos que tienen memorizados. Por ejemplo, en la mayoría de los motores diésel se registra el kilometraje en el que el módulo de mando ordenó la última regeneración del filtro antipartículas.
Cada fabricante sabe en qué unidades de mando registra los kilómetros, por lo que una primera recomendación es acudir a un servicio oficial. Ahí tienen las herramientas más precisas para sus propios modelos y conocen los protocolos de funcionamiento de su sistema multiplexado, por lo que pueden leer cada unidad de control e ir “a tiro hecho”.
Varios asistentes técnicos aseguran que pueden ser frecuentes las llamadas porque había errores de comunicación entre distintas unidades de mando. En la mayoría de los casos, se debe a que el coche ha sido sometido a un “afeitado” y, al no coincidir los kilómetros registrados entre las distintas centralitas, dejan de “confiar” las unas en las otras y cortan las comunicaciones.
Por desgracia, los timadores no son mancos y en esto de los cuentakilómetros trucados se mueve mucho dinero, de modo que actualmente hay dispositivos que pueden penetrar en prácticamente todos los sistemas de control de un coche, haciendo complicado su rastreo. Aun así, estos equipos son muy caros y específicos para cada marca, por lo que sólo los verdaderos profesionales de este tipo de estafa son capaces de llevar a cabo una labor tan minuciosa.

Fuente: autoocasion